El tenis argentino está atravesando un presente extraordinario. Cada vez son más las caras nuevas que irrumpen en el circuito con hambre de más y Tomás Etcheverry (90°) es uno de los claros ejemplos.
El argentino sigue su rumbo en el Challenger de Perugia donde busca conquistar se segundo título de la temporada en torneos de esta categoría (fue campeón en Concepción 2). Para ello, inició su camino con victoria ante un experimentado como Marco Cecchinato (160°) en tres sets y, en segunda ronda, se cargó a otro italiano: Flavio Cobolli (157°), por 6-2, 6-7 (5) y 6-3.
En cuartos de final, tendrá un durísimo duelo ante Borna Coric (actual 244° y ex 12 del mundo). Más allá de lo que diga su ranking (estuvo más de un año inactivo por lesiones), es imposible dudar de la calidad del tenista croata. Será el primer enfrentamiento entre ambos.
El oriundo de La Plata, quien se metió en el Top 100 en abril de este año, es el defensor del torneo y buscará seguir incrementando su buen presente para meterse, definitivamente, en la elite del tenis. Basándonos en el ranking en tiempo real, Etcheverry está 85° del mundo, su mejor posición histórica. Esto se debe a los grandes resultados que ha cosechado en estos seis meses de temporada. Sumando torneos ATP y Challengers, tiene un muy buen balance de 30 victorias y 15 derrotas.
El jugador de 22 años, además, disputó por primera vez los cuadros principales del Abierto de Australia y Roland Garros. En el futuro cercano, le tocará cumplir un nuevo sueño: pisará por primera vez la Catedral del Tenis para jugar Wimbledon.
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