Los mejores del Decano

En un año de ensueño, Nicolás Pérez analiza el desempeño de los jugadores de Pico Football Club que lograron el ascenso.

¡Tremenda temporada metió el Decano! Dominó la Liga de punta a punta, encontró rápidamente su identidad, y desarrolló un estilo de juego que se identificó con la gente, de pura garra y corazón, fiel a su estilo e historia de no dar por perdida ninguna bola, pero también con las ideas claras, al correr la cancha en búsqueda del ataque rápido en primera instancia, o con transiciones con caídas hacia el aro de los hombres grandes, y ofensivas largas establecidas con criterio, siempre atacando de manera vertical, con un amplio abanico de opciones en ofensivas para poder anotar y satisfacer a todos.

Fue agresivo en el mercado, construyó un plantel competitivo, apuntando a los puestos claves que le dieron forma a la columna vertebral del equipo, con pasajes de alto vuelo, logró regularidad durante toda la temporada.

En la Fase Regular, disputó 15 juegos (13/2), cayó derrotado en la primera fecha contra All Boys, y en la duodécima fecha ante Sol de Mayo, ambas en condición de visitante. Posteriormente, en los Play Off, derrotó a El Biguá (2-1), Unión de Mar del Plata (2-1), River Plate (2-1), Presidente Derqui (2-1), y finalmente lograr el ascenso venciendo a Provincial de Rosario (2-1), manteniendo la localía invicta en el Parque Ángel Larrea, con ayuda de su sexto hombre, «La Tribu».

Párrafo aparte para Marcelo Germanetto, entrenador con muchos años en el club y de alta trayectoria en los diferentes seleccionados nacionales, supo conducir al equipo de manera equilibrada junto a su staff técnico, con una idea de juego clara, sencilla, propuso siempre la búsqueda del aro rival, y potenció sus principales vías de gol dando «libertades» ofensivas, para lograr el objetivo y conseguir su primer título a nivel nacional con la institución. Por todo esto y seguramente muchos factores más, los resultados suceden cuando la dirigencia está a la altura de las circunstancias, teniendo como grandes asesores chicos del club, que alguna vez jugaron al básquet.

Tatu Bualó

«El Incansable», su rol fue determinante desde la base, teniendo en cuenta que fue quien supo administrar el juego para un plantel poderoso desde lo ofensivo, mantuvo regularidad durante toda la temporada. Desde la conducción aportó con su intensidad el manejo de los hilos de juego, supo administrar y distribuir las diferentes ofensivas. Marcó los ritmos con pasajes de alto vuelo, y fue una de las principales vías del gol, anotó desde la penetración, como así también desde el tiro externo. Muy agresivo en defensa, produciendo un desgaste importante en el traslado a los bases oponentes.

Manu Peyronnet

«El Manu Ginóbili pampeano», más allá de su lesión en instancias decisivas, su producción durante gran parte de la temporada fue tremenda. Fue sin dudas el as en la manga del equipo, y quien con el correr de los partidos tomó protagonismo para convertirse en uno de los pilares claves. Su elegancia va de la mano con la buena ejecución en cada uno de los movimientos (de perfil zurdo y con el eurostep son movimientos similares a los de Manu Ginóbili), entiende el juego y su versatilidad le permite adaptarse a cualquier situación, toma responsabilidades en momentos claves.

Augusto Rossi

«El MVP» de la LFB. Condujo al equipo desde su liderazgo, siendo prácticamente el termómetro del equipo, con el justo equilibrio y desde el orden, se complementan de manera perfecta cuando Bualó está en campo. Su experiencia, con algún otro ascenso en las espaldas, le permitió generar las pausas que el equipo necesitaba, de mucho juego con bola en mano, pero también paciente a la hora de esperar su tiro sin perder la cabeza, siendo letal desde la línea de los 3 puntos. Capaz de generar su lanzamiento desde el uno contra uno, o producir juego a través de sus rompimientos y descargas, buscando siempre al compañero mejor ubicado. Bien ubicado sobre el perímetro, generando los espacios, respetando el spacing. En defensa marcó el equilibrio, llegando a todos los ajustes defensivos, rotando correctamente en función del movimiento del balón.

Elías Del Ponte

«El torito», debutante en la LFB, con una producción exorbitante, sobre todo de aquellos factores intangibles que a lo largo de un juego, suman y mucho, desde su rol de 4 siempre se lo vio bien posicionado en defensa, ajustando y rotando, siendo capaz de meter una tapa en lo más alto del tablero. En ofensiva, cuando se encuentra en el eje, respeta el libreto de pasar y cerrar con el Pick and Roll hacia el lado opuesto a 45°, ofreciendo una fuerte caída diagonal hacia el aro, o en el Pop, su tirito de dos puntos fue efectivo. Su potencia en el salto, con sus dos piernas, le permitieron apoderarse en varias ocasiones de los rebotes defensivos y ofensivos, generando una segunda instancia en ofensiva.

Marcelo Piuma

«El gladiador». Dueño de absolutamente todo lo que pasa debajo del aro, defensa, ajustes, chequeos, rebotes. Genera juego a partir de la recepción en el poste bajo, sea con forcejeos para la utilización de su lanzamiento corto, en la búsqueda de un pase hacia los cortes, o con una descarga hacia el perímetro. También aportó puntos desde el perímetro. Especialista en los rebotes (ofensivos/defensivos) y con gran aporte de gol. En defensa, la mayoría de los rivales lo sufrieron debido a su potencia y volumen físico, como su gran fortaleza. Su mayor debilidad sin dudas es su temperamento, que por momentos y en determinadas situaciones de juego, lo llevaron a perder la cabeza dentro del juego.

Fabricio Cabañas

Llegó para quedarse siendo la rueda de auxilio del equipo desde el interior, se acopló rápidamente entendiendo la idea de juego, cumpliendo su rol a la perfección. Atlético y fuerte físicamente, se bancó a la mayoría de los internos, soportando desventajas físicas en algunos rivales. En ofensiva, aportó puntos sea desde el poste bajo como también con su tiro de frente al aro.

Facundo Eberhardt

Joven rendidor y revulsivo, su ingreso aportó energía en ofensiva e intensidad en defensa. Se hizo cargo del equipo desde la base cuando Tatu descansaba, condujo desde su habilidad en el dribling, y aportó altos porcentajes de triples, con su tiro rápido y efectivo.

Completaron el plantel, con menor cantidad de minutos en juego, Fede Bualó, Valentín Allier y Joaquín Gette.

* Por Nicolás Pérez (ENEBA III).

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