Detuvieron a un dirigente gremial por el avión que llevaba cocaína a Holanda

El juez en lo Penal Económico Javier López Biscayart detuvo a un dirigente de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) por el intento de contrabando de 87,5 kilos de cocaína en un avión de KLM. Se trata de Jorge Álvarez, secretario de acción gremial del gremio que conduce Ricardo Cirielli.

“Los empezamos a investigar a partir de una escucha telefónica”, confirmó a Infobae una fuente de la investigación. Álvarez declaró este lunes en la causa y quedó detenido a instancias de un pedido del fiscal Emilio Guerberoff.

Además de ser un importante gremialista, el detenido es el tío de Adrián Álvarez, uno de los que había quedado filmado por las cámaras de seguridad del aeropuerto cuando subían las cajas con cocaína a la bodega del avión.

Se sospecha que la droga llegó al aeropuerto en la camioneta de esa persona, que logró sortear todos los controles.

Los investigadores creen que la banda narco hacía envíos de esa droga y recibía desde Europa como intercambio un cargamento de éxtasis. La clave para arribar a esta sospecha fue un peritaje químico que determinó el hallazgo de vestigios de cocaína, marihuana y éxtasis en la camioneta Dodge RAM perteneciente a Álvarez.

Su tío declaró hoy y admitió su participación aunque habría dicho que no sabía lo que se guardaba en el galpón.

“El nuevo detenido trabaja en la aerolínea Andes, que opera en el norte del país y tiene depósitos en Ezeiza”, alertó una fuente judicial.

Apenas trascendió la detención, el gremio que conduce Cirielli decidió suspenderlo y emitió un comunicado en el que informó que ya había pedido licencia, seguramente sabiendo que su situación era comprometida. “En razón a su actual situación procesal, la Comisión Directiva de APTA decidió por unanimidad, suspender al Sr. Jorge Álvarez por tiempo indeterminado”, dice el comunicado.

El caso estalló el 14 de enero. La droga estaba en la bodega del avión de KLM Cargo tenía como destino final el aeropuerto de Amsterdam, en Holanda, donde ese cargamento está valuado en 7 millones de euros.

El avión, que estaba cargado con encomiendas y con casi medio centenar de caballos de carrera y de polo que tenían como destino final Singapur, había llegado a las 10.45 desde San Pablo (Brasil) y tenía previsto hacer una escala en Quito (Ecuador) antes de llegar a su destino final, que era la ciudad de Amsterdam.

Otro de los detenidos, Víctor Gil, que también había quedado filmado subiendo las cajas con la droga, acusó de manera directa a su compañero Adrián Álvarez, de 33 años. “Hace diez años que lo conozco y no esperaba que me hiciera esto, no solo a mí sino a mi fuente de trabajo, y no solo a mí sino también a todos mis compañeros (…) Me siento usado de una manera terrible, es como si fuera un papel higiénico que te limpiás el culo y te tira solo como provecho de él. Ese tipo no se merece pisar la Tierra, tiene que estar en la Luna, nunca conocí una persona tan mala en la vida”, aseguró Gil en su indagatoria.

Los dos fueron procesados a fines de enero por López Biscayart. Un testigo de identidad reservada fue clave al asegurar que vio a dos personas subir al avión con tres cajas y no dudó en señalar a Gil y a Álvarez.

El juez también procesó en esa resolución a la firma Martinair Cargo, responsable del avión y vinculada a KLM. “No se trata solamente de un caso de infidelidad de sus dependientes. Martinair no estableció y ejerció medidas idóneas para velar por la seguridad de su operatoria y, en concreto del avión. Es ilustrativo el video y las fotografías del momento en que suben las cajas al avión. No hay nadie visible en los alrededores. La pista había quedado convertida en una verdadera zona liberada, y el avión, a la deriva”, sostuvo.

A fines de enero, López Biscayart también había ordenado la libertad de otros seis detenidos del caso: eran los tripulantes del vuelo y los otros operarios.

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