La solución alternativa al conflicto fue convenida entre el fiscal Carlos Ordás, el abogado particular Boris Vlasich y la acusada, una policía de 32 años, quien reconoció ser la autora del hecho. La denuncia fue promovida por el padre de la niña, quien al ser notificado del abreviado dio su consentimiento. Tampoco puso objeciones la Asesoría de Menores.
Boulenaz dio por acreditado el delito a partir de la declaración testimonial del denunciante, la entrevista a la víctima en Cámara Gesell y los informes de dos
médicos. Además, el juez le impuso a la policía el cumplimiento de las siguientes pautas de conducta durante dos años: fijar residencia, someterse al contralor del Ente de Políticas Socializadoras, realizar un tratamiento psicológico que deberá llevarse a cabo en la Dirección Provincial de Prevención y Asistencia de la Violencia Familiar. Y dispuso que, una vez que el fallo quede firme, se envíe una copia a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.
A su vez, y por pedido de la fiscalía, fue absuelta del delito de amenazas agravadas por el uso de arma de fuego.