Selección: Lionel Scaloni piensa en pocos cambios, pero algunos podrían hacer mucho ruido

Los 24 grados bajo el agradable sol de Belo Horizonte, mucho más amable que el de Salvador de Bahía, hacían un clima ideal para entrenarse en la intimidad del césped del Arena Independencia. Ahí, en ese mismo estadio en el que le besaron los pies hace exactamente cinco años, Lionel Messi corría en los ejercicios de finalización de jugadas que propuso el cuerpo técnico de Lionel Scaloni. Volvieron las bromas y las risas después del feo debut con el 0-2 ante Colombia. “El 10 está tranquilo, disfrutando”, lo describió una voz cercana. Ahí, en ese escenario, a puertas cerradas, no hubo un ensayo de fútbol formal, tal como se pensaba que planificaría el DT.

No paró ningún posible equipo Scaloni de cara al duelo clave del miércoles contra Paraguay, a las 21.30 en el Mineirao. No quiere correr riesgos. El lapso de tiempo entre partido y partido es muy corto y todos los futbolistas arrastran en el lomo una temporada exigente sin descanso. Por eso, el joven entrenador decidió no exponerlos en una práctica intensa de fútbol y organizó trabajos tácticos específicos de salida y de terminación. Ahí fue dando indicaciones, pero no dio ningún tipo de indicio de los once que planea poner ante los dirigidos por Eduardo Berizzo, que igualaron 2-2 con Qatar el domingo.

Tampoco les comunicó nada a los jugadores el técnico; suele hacerlo recién un día antes de cada encuentro. Por eso, habrá que esperar hasta este martes. La Selección se entrenará en Cidade do Galo (la casa del Atlético Mineiro) y luego Scaloni confirmaría el equipo en conferencia de prensa -es su costumbre- por la tarde en el estadio.

¿Qué hará el nacido en Rosario, que quedó en el ojo de las críticas por sus cambios en el estreno? El hermetismo es absoluto. Se parte desde una certeza. El camino a seguir es la primera media hora del segundo tiempo en Salvador de Bahía. Que el duelo en el Mineirao comience así, con la Argentina parada en campo rival, manejando la pelota, con Messi encendido y con sus compañeros encontrándolo. Con esa determinación. Sin temores. Sueltos.

“¡Nosotros estamos bien! Vamos a ir con todo en los dos partidos que quedan en el grupo. El miércoles es el día”, responden con firmeza desde el piso 18 del Hotel Hilton Garden Inn, que alberga al plantel albiceleste. Desde el ánimo al menos, la cabeza parece estar levantada, como quería Messi, uno de los que más arenga puertas adentro a los menos experimentados.

Scaloni, a la salida del hotel en Belo Horizonte. (Foto: Juano Tesone, enviado especial)

Scaloni analiza todo por estas horas. Tiene que tomar decisiones. ¿Cambiar o dejar todo como está? Y si cambia, ¿qué? ¿Mucho o poco? Según pudo saber Clarín, no tiene en mente mover demasiadas piezas del tablero. Todavía está fresca la mala maniobra, brusca e imprudente, de Jorge Sampaoli de cambiar esquema y nombres tras el empate 1-1 con Islandia en el Mundial de Rusia. La historia es conocida y duele recordarla: el 0-3 ante Croacia provocó un quiebre entre DT y jugadores, que le quitaron la confianza al plantearle que sus planteos -justamente- confundían más de lo que aclaraban.

Scaloni analiza todo por estas horas. Tiene que tomar decisiones. ¿Cambiar o dejar todo como está? Y si cambia, ¿qué? ¿Mucho o poco? Según pudo saber Clarín, no tiene en mente mover demasiadas piezas del tablero. Todavía está fresca la mala maniobra, brusca e imprudente, de Jorge Sampaoli de cambiar esquema y nombres tras el empate 1-1 con Islandia en el Mundial de Rusia. La historia es conocida y duele recordarla: el 0-3 ante Croacia provocó un quiebre entre DT y jugadores, que le quitaron la confianza al plantearle que sus planteos -justamente- confundían más de lo que aclaraban.

Scaloni lo sabe. Vivió todo desde la concentración de Bronnitsy como uno de los colaboradores del Zurdo de Casilda. Si algo aprendió de eso es que los cambios abruptos cuando el tiempo de trabajo no abunda no suelen ser buenos. Mucho menos si se trata de un grupo en formación, que necesita mayor respaldo. Por eso, el DT mantendrá la base del equipo para que el rayo sampaolizador no lo fulmine a él también. ¿Hay chances de que repita los 11? También es una posibilidad.

Si mete mano, sería en los puestos que quedaron expuestos. Aunque parece que Renzo Saravia tendría una nueva chance, suena fuerte la posible salida de Angel Di María. Si Fideo se sienta en el banco, hay dos nombres que pujan por ganarse el lugar. Uno es Rodrigo De Paul, que entró bien en el segundo tiempo. Y Matías Suárez, uno de los que más le gustan al entrenador, que ante Colombia lo metió al final por Agüero a jugar de nueve. El Kun es otro que no tendría el lugar asegurado. Para Scaloni la opción es Lautaro Martínez y no sería descabellado que arranque como titular. Claro que sacar a Di María y Agüero sería una apuesta fuerte.

Sólo Scaloni tiene en su cabeza la respuesta de lo que debe hacer para que esos buenos 30 minutos que no alcanzaron en el debut sean la piedra fundacional para reencauzar el rumbo de la Selección.

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