El arquero campeón del mundo y su clásica forma de provocar a los rivales en los doce pasos se hizo presente en Lusail para la tanda que terminó consagrando a Argentina en Qatar. ¿Qué les dijo?
Si algo faltaba para consagrar aún más a Damián Emiliano Martínez en las páginas doradas de la historia de la Selección Argentina era cerrar Qatar 2022 con el protagonismo absoluto que tuvo para obtener el tercer título del mundo tras 1978 y 1986. Y así fue, incluso de una manera mejor que soñada para él y para todo el país.
Es que en la última jugada del partido, con un 3 a 3 infartante ante Francia en donde en dos ocasiones empataron el encuentro (en los 90′ y en los 120′) que Argentina tenía a su favor, llegó la posibilidad concreta que Randal Kolo Muani consagre a los Galos con un remate mano a mano contra Dibu, pero el propio Martínez achicó heróicamente y le tapó lo que era un gol seguro del delantero francés que hubiese puesto el 4 a 3 para ellos sin tiempo para que la Scaloneta revierta el asunto.
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Como si fuera poco, ya en la tanda de penales que llevaría a Argentina a ser campeona del mundo, el arquero marplatense nuevamente se lució como en cada cita desde la pena máxima. Desde el ya icónico «mirá que te como» en la Copa América ante Colombia, los bailes allí y contra Países Bajos en los cuartos de final de Qatar 2022 y ahora, en una FINAL DEL MUNDO, Dibu no esquivó su estilo y nuevamente encendió la tanda con sus ocurrencias.
Luego del primer penal pateado y convertido por Mbappé, Emiliano Martínez atajó el remate de Kingsley Coman y tras este, Aurelien Tchuaméni erró el suyo. Con este se confirmó la diferencia de dos tantos para Argentina en la tanda y el pasito previo al título del mundo, por lo que Dibu no dudó en hacer un baile apenas el volante francés falló su remate. Y con el último penal, ejecutado por Kolo Muani (el mismo al que le atajó la última jugada del partido), Martínez recibió una tarjeta amarilla debido a que estuvo hablándole al delantero con la número 12 en su espalda. Horas más tarde desde la consagración, se supo lo que realmente le dijo el golero marplatense al francés.
«I ‘ve watched you» (Te estuve viendo), le soltó a pura carcajada a Kolo Muani en inglés, anticipándole que sabía como ejecuta los penales. Luego, el galo convirtió el gol, pero la Copa terminó siendo para Argentina y allí Dibu tuvo una vital trascendencia. ¡Te amamos, Emiliano!
+ El análisis psicológico del accionar de Dibu Martínez en los penales
El psicólogo deportivo noruego Geir Jordet escribió un hilo en Twitter que se volvió viral en donde expuso todo el comportamiento del arquero argentino en los penales ante Francia. Te dejamos acá la traducción completa de lo redactado por el profesional, vale la pena cada letra para entender mejor que nunca cómo Dibu utiliza la psíquis a su favor en momentos claves.
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«Argentina es campeona del mundo tras una clase magistral en la tanda de penaltis. En el centro de su actuación están los juegos mentales de la portera Emi Martínez. Martínez dominó a los lanzadores de penaltis franceses, forzando dos fallos».
«Martínez preparó el escenario y se adueñó del área penal desde el principio. Mientras Lloris completaba el lanzamiento de la moneda, Martínez caminó rápidamente hacia el área penal, esperando a que llegara Lloris, como si estuviera dando la bienvenida a un visitante a su propia casa: ‘¡Estás en mi casa ahora!'».
«Cuando llega Lloris, Martínez inicia un apretón de manos. Lo mismo con Mbappé. Este es su estilo. Puede ser cálido y encantador al principio, lo que hace que las personas bajen la guardia, dejándolos más vulnerables cuando ataca más tarde. Esta ambigüedad es en sí misma abusiva y parte de su estrategia».
Foto: Getty© Proporcionado por Bolavip Argentina
«Al comienzo de la tanda, las interrupciones de Martínez son silenciosas y sutiles. Esto es probablemente para conocer al árbitro y sentir dónde se dibuja la línea. Con Mbappé insta al árbitro a revisar la colocación del balón. El árbitro amablemente obedece y responde con un ‘pulgar hacia arriba'».
«Con Coman, Martínez está presionando un poco más, lo que obliga al árbitro a intervenir cortésmente. Nuevamente, hace que el árbitro verifique la ubicación de la pelota y obtiene una respuesta obediente. Ahora, Martínez sabe que domina el área penal y que puede ponerse a trabajar por completo».
«Los arqueros rara vez celebran a lo grande después de las paradas de un penal. Martínez es una excepción. Las investigaciones muestran que las celebraciones grandes e intensas indican confianza, dominio y superioridad, lo que afecta positivamente a los compañeros de equipo y negativamente a los oponentes. Martínez capitaliza al máximo su primera atajada».
«Cuando es el turno de Tchouaméni, Martínez confía en lo que puede y no puede hacer y ya no es sutil. Primero, simplemente se va con la pelota, como si fuera suya. Mientras el árbitro y Tchouaméni esperan, él se toma su tiempo mientras insta a la afición argentina a hacer ruido».
«Luego, en lugar de entregarle el balón a Tchouaméni, Martínez lo tira, obligando al oponente a buscarlo. La falta de respeto es clara y obvia. Sin sanciones del árbitro. Esto les dice a todos quién está a cargo. Cuando Tchouaméni está listo, Martínez le dedica una sonrisa de suficiencia… y erra».
«Paredes luego va para Argentina. Martínez sabe que Lloris podría dejar de ser amable y usar los juegos mentales de Martínez contra los jugadores argentinos. Por lo tanto, rápidamente agarra la pelota y se la entrega a Leandro, sin darle a Lloris ninguna oportunidad de copiar su último movimiento. Proactivo y eficaz».
«Con el cuarto lanzador de penales en Francia, Kolo Muani, Martínez primero parece comunicarse y hacer un gesto con un miembro del personal en la banca sobre Kolo Muani. Luego dice varias veces “¡Te he estado viendo!”. Ahora, la tarjeta amarilla es inevitable, pero demasiado tarde, Martínez básicamente ha ganado».
«Los juegos mentales de Emi Martinez son grandes, impredecibles y calculados. Es el Maquiavelo del fútbol y ha estimulado a otros a copiarlo y crear contraataques en su contra. Con esta exhibición en el escenario más grande del mundo, tengo curiosidad por ver cómo evolucionará en el futuro».
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