Por el acuerdo con el FMI, el PJ reclama cambios en el proyecto de presupuesto

El peronismo no kirchnerista, en las voces de los diputados Diego Bossio (Argentina Federal) y Marco Lavagna (Frente Renovador), reclamó ayer al oficialismo que reformule las proyecciones macroeconómicas contenidas en el proyecto de presupuesto 2019 ya que, a su juicio, el acuerdo suscripto entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) la semana pasada trastocó los parámetros originales.

El reclamo se formalizó por medio de una carta remitida al presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Luciano Laspina.

«Resulta a todas luces evidente que, al cambiar drásticamente la política económica y monetaria del país, se han modificado por completo los supuestos macroeconómicos que daban sustento a todo el proyecto de presupuesto bajo análisis», reza la nota, que concluye así: «Por la presente le solicitamos que, de manera urgente, se comunique con el Poder Ejecutivo para que reelabore en su totalidad el proyecto de ley de presupuesto, a efectos de que este Congreso Nacional se aboque a su urgente tratamiento en un texto que sí respete los presupuestos económicos vigentes hoy».

Difícilmente el Gobierno dé curso al reclamo del peronismo. El propio ministro del Interior, Rogelio Frigerio, frustró toda posibilidad en su visita a la Comisión de Presupuesto, la semana pasada.

«El acuerdo con el Fondo no implica ninguna modificación al presupuesto«, aseguró el funcionario ante los reiterados pedidos de los bloques opositores.

El peronismo no esperaba otra respuesta. Pero al formalizar el reclamo en su carta a Laspina, dejó expuesta una velada amenaza: si el Gobierno no muestra mayor flexibilidad, no revela la letra chica del acuerdo que suscribió con el FMI ni accede a que Guido Sandleris, flamante presidente del Banco Central, dé explicaciones sobre la nueva política cambiaria y monetaria, la sanción del presupuesto podría verse muy dificultada.

«Se incrementó en 7100 millones la ayuda financiera del FMI y, al día de hoy, nadie conoce el detalle del acuerdo ni las nuevas condiciones que allí se impusieron. Estamos en medio del debate del proyecto de presupuesto en el Congreso: no queremos que la ley se sancione y que, a las 24 horas, quede totalmente desdibujado, como sucedió con el presupuesto de este año», enfatizó Bossio.

Lavagna insistió en que la suba del tipo de cambio que ya se evidenció con la entrada en vigencia de la nueva política cambiaria del Banco Central tendrá inevitables efectos en materia de inflación, reservas, tarifas y tasas de interés.

«El presupuesto debe actualizarse a los nuevos parámetros», insistió el diputado del Frente Renovador.

Costo político

En rigor, nadie en el peronismo no kirchnerista quiere pagar el costo político de dejar al Gobierno sin presupuesto en plena crisis económica. Lo que no quiere decir que esté dispuesto a entregarle gratis la sanción de la ley. Es en este margen estrecho donde oficialismo y oposición medirán sus fuerzas.

El peronismo buscará modificar varios artículos de la iniciativa, a su juicio «invotables», como aquel que flexibiliza las condiciones para una eventual reestructuración de la deuda; una serie de atribuciones al jefe de Gabinete (como la posibilidad de destinar deuda a gastos corrientes); la creación de un fondo fiduciario para financiar obras de participación público privadas (PPP), entre otros puntos. No descartan, como estrategia, un voto de abstención masiva: una manera tácita de reprobar el presupuesto del Gobierno sin comprometer la gobernabilidad.

El oficialismo, en minoría en ambas cámaras, sabe que no podrá imponer la ley a libro cerrado. Sin embargo, tiene un as en la manga: la adenda al pacto fiscal, que garantizará más recursos a las provincias durante el año próximo. El bloque de Cambiemos condicionará su sanción a que la oposición apruebe, simultáneamente, la llamada ley de leyes.