Otro paso en falso en busca de la regularidad

En lo que se lleva jugado de una temporada hasta el momento sin títulos para River, se vieron varias versiones de un plantel que en algunos tramos se acerca a lo que pretende el DT y en otros aparenta estar todavía en una búsqueda demasiado extensa para las urgencias que requiere la competitividad.

Este sábado, en Victoria, el Millonario presentó las credenciales de un candidato que impone sus condiciones y, sin brillar, jugó un primer tiempo con solidez, compromiso y predisposición para volcarse a campo rival hasta lograr la apertura del marcador.

Sin embargo, en el complemento pareció autoboicotearse: perdió el dominio que había conseguido, los que entraron desde el banco estuvieron desacoplados y, en una acción desafortunada, llegaron el penal y el empate del Matador. A partir de allí, todo se hizo cuesta arriba.

Un equipo que muy de a poco va encontrando las piezas para funcionar como quisiera, aún muestra síntomas de mandíbula frágil y pocas nociones para responder en la adversidad. Lo que a River le cuesta mucho, a los rivales les cuesta poco.

Tal como había sucedido en Sarandí menos de dos semanas atrás, los de la Banda Roja no pudieron salir de su espiral de nerviosismo cuando se les cerraron los caminos y dejaron otra vez en evidencia sus dos caras: implacables cuando todo fluye, obstinados cuando las cosas no salen.

En otra jornada que podía resultar adecuada para descontar puntos, en el mejor de los casos los de Núñez podrían achicarle uno a Atlético Tucumán si el líder pierde en La Bombonera.

Precisamente, el Superclásico que se jugará dentro de 14 días se perfila como una nueva bisagra en un torneo quizás ya con demasiados vaivenes para un conjunto con aspiraciones de consagrarse. La sucesión de chances desperdiciadas pone a la visita a La Boca como la última oportunidad de dar un golpe sobre la mesa y decir presente, incluso sin la certeza de que no sea demasiado tarde.

En ese contexto, la buena noticia es que el Muñeco va dando en la tecla con sus habituales titulares, los sostiene en su mayoría y van creciendo en confianza.

El siguiente desafío será sostenerlo en el tiempo, ya sea de un compromiso a otro como dentro del mismo partido. Ser ofensivo sin ser endeble, ser decidido sin ser inocente, ser protagonista sin ser débil cuando el plan inicial se complica.

El próximo domingo el oponente será Barracas Central, pero antes vendrá Defensa y Justicia por la Copa Argentina. A la vuelta de la esquina, un Boca con altibajos que también se juega sus últimas cartas en un campeonato que no parece tener lugar para más deslices inesperados.

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