Claudio Bonifacio Cabral, uno de los tres hijos que tuvo Claudia, dialogó con InfoHuella y rescató el vínculo de respeto madre e hijo que nunca se perdió. «Hasta sus últimas horas de vida, mi madre nos seguía tratando con respeto y nosotros obedeciendo cada cosa que nos pedía. Hoy eso se ha perdido», expresó.
Claudia Cabral nació en Emilio Mitre. Su nacimiento fue asentado cuando ya tenía entre 5 y 9 años. «No sabemos exactamente. Calculamos que el 18 de junio mi mamá cumpliría 108 años. Cuando se hizo la libreta, ya era una niña», recordó Claudio.
Claudia heredó de la tierra ranquel el arte de hilar y de llevar encendida su lengua materna ranquel, como estandarte de resistencia. «Siempre hablaba en su lengua ranquel. Hablaba e hilaba. Sabía ir a las escuelas y les hablaba a los chicos en ranquel», sostuvo Claudio a InfoHuella.
Según su hijo, ese capital cultural que era su madre, no fue del todo reconocido: «acá vinieron y con lo que mamá hablaba de su lengua se hicieron libros, pero nunca le llegó ningún reconocimiento. También la llevaban a las escuelas y era muy poco lo que le daban. Se escribió un libro con lo que ella enseñaba que llegó a las Universidades de Estados Unidos», finalizó.
Luego del despojo del paraje La Blanca, tierras en cercanías de Luan Toro, varias familias ranqueles fueron trasladas a sobrevivir en los médanos de Emilio Mitre. Allí nació Claudia Cabral, entre 1900 y 1910, a pocos años de la fundación ranquelina de Emilio Mitre, en pleno oeste pampeano.