Menem en el banquillo

El ex presidente concurrió por primera vez al juicio, que comenzó hace dos años y medio y ayer entró en su etapa final. La fiscalía consideró probado el desvío de la investigación.

El juicio oral por el encubrimiento del atentado a la AMIA entró ayer en la etapa de los alegatos con una sorpresa. La dio el ex presidente y senador electo Carlos Menem, quien asistió por primera vez desde su comienzo, hace dos años y medio, al debate que lo tiene como el principal acusado. Del resto de los 12 imputados, solo faltó uno, el ex secretario de Inteligencia Hugo Anzorreguy, quien por un “dolor abdominal” oyó las conclusiones de los fiscales desde la comodidad de su casa.

Los alegatos comenzaron ayer al mediodía con el que realizó la Unidad Fiscal de Investigaciones especializada en el atentado en el cual en 1994 murieron 85 personas comenzaron ayer cerca del mediodía. Estuvo a cargo de Miguel Yivoff, miembro de la UFI AMIA. Fue transmitido por el sitio web de la Corte Suprema y continuará el lunes.

Pese al inicio de la etapa de definiciones del segundo debate oral que analiza hechos relacionados con el mayor atentado que sufrió el país –el primero fue declarado nulo y culminó en el expediente del encubrimiento bajo juicio–, desde la agrupación de familiares de víctimas de la explosión Memoria Activa se quejaron de la poca presencia de medios de comunicación para darle difusión. “Está Carlos Menem ¿Los medios mandaron cámaras? No. Están en otro piso”, advirtió la agrupación a través de su cuenta de Twitter ayer por la mañana. Se refería a la indagatoria a la ex presidenta Cristina Fernández, que a la misma hora en la que comenzaron los alegatos del juicio debió presentarse ante el juez federal Claudio Bonadio por su imputación en el expediente que estudia la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman luego de la firma del Memorándum de Entendimiento.

En el inicio de los alegatos, la fiscalía consideró probado que “se le pagó a un imputado para que brindara una declaración previamente consensuada” y que “el Poder Ejecutivo muchas veces propició lo que pasaba en el proceso” judicial que, durante los primeros años, estuvo a cargo del ex juez Juan josé Galeano, uno de los acusados en el debate.

En el juicio se ventiló el pago ilegal de 400 mil dólares a Carlos Telleldín para que declarara en sede judicial una versión falsa sobre lo ocurrido en julio de 1994 y el abandono deliberado de la investigación de la “pista siria”, que involucraba a la familia Kanoore Edul, vinculada con la familia de Menem.

Yivoff advirtió que aunque la investigación que entonces tenían en sus manos Galeano y los ex fiscales Eamon Mullen y José Barcbaccia, también acusados en el juicio, era “excepcional” para el sistema judicial argentino “nada evitaba que se desarrollara un proceso transparente”. Algo que, denunció durante la primera jornada de alegatos, no sucedió. Por el contrario “el expediente se transformó en un verdadero laboratorio de irregularidades”, cuyos responsables “destruyeron las expectativas y esperanzas que la sociedad y los familiares habían depositado en el Poder Judicial”, apuntó.

En nombre de la UFI-AMIA, Yivoff consideró que “la causa AMIA fue el fracaso del Poder Judicial pero también del Ejecutivo y del Legislativo”, esto último en referencia al silencio de los legisladores ante las claras irregularidades que se estaban cometiendo.

Además de Menem, Anzorreguy, Galeano y los ex fiscales, también están acusados en el juicio los ex agentes de la SIDE Patricio Finnen y Carlos Anchezar; el ex presidente de la DAIA Rubén Beraja; los ex policías Jorge “Fino” Palacios y Carlos Castañeda; el reducidor de autos Telleldín; su ex mujer Ana Boragni y su ex abogado Víctor Stinfale.