Marcos Cabezaz ofrecerá un concierto gratuito el domingo 21 en la Usina del Arte

El compositor y marimbista ofrecerá un concierto gratuito el domingo 21 a las 19 en la Usina del Arte, en la calle Cafarena 1 del barrio porteño de La Boca, donde presentará su disco "1200 metros, música para marimba casi sola", un trabajo que reúne un puñado de piezas propias en las que de algún modo expone las posibilidades sonoras del instrumento y su evolución en estos últimos años.

Como un «berretín», una autobiografía marimbera y un regalo de cumpleaños que le hicieron sus amigos y colegas Jerónimo Guiraud y Olivia Houssay, describió el músico a este álbum que estrenará en la sala de Cámara del complejo cultural, en un concierto al que sumarán destacados invitados como Juan Carlos «Mono» Fontana, en teclados; Nora Sarmoria, en piano; Facundo Ferreira en percusión y Yamila Bavio, en saxos.

Fue como festejar mi cumpleaños de 15, es una emoción enorme, estas piezas estuvieron dando vueltas en todos estos años. Es lo más mío, en el disco hago una selección de mis piezas para marimba, está lo que más me gusta, mis caballitos de batalla, lo que más soy yo, no hay mucho entre lo que me pasa y lo que toco, no hay filtro», comentó Cabezaz en diálogo con Télam.

Dueño de una extensa carrera, el músico, quien desde hace años se desempeña como instrumentista y compositor en el ámbito de la música académica y la música popular, propone en «12000 metros» acercar al oyente al sonido de un instrumento que no es común escucharlo en solitario como en este caso, donde asumen el rol protagonista.

Con la espontaneidad del vivo, el disco se grabó mayormente en una primera toma. «Fue un regalo de Olivia y Jerónimo -ambos músicos- para mi cumpleaños 44. Me abrieron las puertas de su casa, sus corazones y su protool. Todo fue fluyendo, cuando me quise acordar ya tenía el disco hecho», contó sobre el material al que luego se agregó una jornada más para percusiones y vibráfonos.

«Jerónimo me convenció que lo mejor era dejarlo lo más fresco posible, hizo que no caiga en el pantano de la pavada, en general grabé todo en una primera toma, y después le pusimos color, largué las marimbas y le fui poniendo cositas como vibráfono, glockenspiel, kalimba, bombo legüero, caja, semillas, tam tam, cuencos tibetanos y triángulo».

«En 1200 metros» se cruzan naturalmente elementos de la música rioplatense y del folclore rural argentino con la música académica y el jazz, en un repertorio que al músico le permite explorar en las posibilidades sonoras y armónicas de la marimba, a partir de la inclusión de la técnica de seis baquetas en cuatro temas.

«Me crié escuchando música popular, mi papá cantaba folclore. Yo empecé tocando la guitarra, el charango, después tuve un acercamiento al candombe, eso fue parte de mi vocabulario, me formé en el conservatorio. Yo me proletaricé como músico, hubo un momento en el que postulé para una orquesta -repasó-. Soy guitarrista y tenía facilidad, hubo una cosa que me permitió vivir de la música, y fue trabajar tocando el vibráfono y el xilofón que son parientes de la marimba, que es mi instrumento».

En relación al rol que suele cumplir la marimba en las orquestas, Cabezaz indicó que depende el contexto: «Es un instrumento muy dúctil que te permite aborda cualquier genero», dijo.

A lo largo de su carrera, tocó en el ensamble de percusiones Paralelo 33, participó en el Centro de Experimentación del Teatro Colón y se desempeñó con artistas como Nora Sarmoria, Silvia Iriondo, Mariana Baraj, Illya Kuryaki & the Valderramas, «Mono» Fontana y Carlos «Negro» Aguirre entre otros.

Además estrenó y grabó la versión para marimba y ensamble de vientos de «Variación sobre un tema de Waldo de los Ríos», de Guillo Espel, uno de sus maestros. «Guillo también fue mi maestro de composición, hay cosas que me salían intuitivamente, y él me ayudó a romper esos muros entre géneros, aprendí muchisimo con él», sostuvo.

Télam: ¿Cómo fue la evolución de la marimba en los últimos años dentro de la música académica?
Marcos Cabezaz: En cada región hay una marimba, la que toco yo es como una marimba industrial, de fábrica. La marimba es el último instrumento acústico que progresó a principios del siglo 20, antes era acompañante. Dentro de la música académica, aparece esta marimba adaptada a la música occidental, de tradición escrita. En poco tiempo fue ganando en graves, se fue complejizando la técnica, y hoy es un instrumento que tiene más independencia, cada vez la técnica te permite más la libertad en cada mano, lo que le da más posibilidades.

T: ¿A qué hace referencia el nombre del disco, «1200 metros»?
MC: es la distancia que separa al Congreso de la Casa Rosada, trayecto en el que me encontré cantando algunas de las melodías que luego se amarimbaron.

FUENTE : TELAM