La historia de la mendocina Miriam y del pampeano Alexis, en Quién Quiere Ser Millonario

Otra vez hubo pampeanos participando en el programa televisivo Quién Quiere Ser Millonario (Telefé). En la noche de este jueves 20, en rigor, la participante principal fue Miriam Vega, de la ciudad de Maipú (Mendoza), quien llegó acompañada por los santarroseños Alexis y Javier Palacios, hijo y padre, respectivamente. Se trata de dos familias que para toda la vida estarán unidas por un gran acto de amor: la decisión que Miriam y su esposo tomaron hace seis años y medio, cuando falleció uno de sus hijos en un siniestro vial, de autorizar la donación de un corazón que, finalmente, recibió Alexis.


Miriam fue la participante y Javier -empleado de la municipalidad santarroseña, en el Emshu- fue su «comodín» en el concurso televisivo que conduce Santiago del Moro. En tanto, Alexis -también empleado en el Emshu, atleta y representante de la Selección Argentina de Trasplantados- contó su emotiva historia y resaltó la importancia de la donación de órganos.

La participante estuvo acompañada, desde las tribunas, por su esposo Adrián Mazzega y otro de sus hijos, Fabián, de 18 años.

Aseguró que la pérdida de su hijo le dejó grandes enseñanzas y muchas ganas de ayudar: desde ese entonces, trabajó en un penal de máxima seguridad enseñando su oficio a las personas privadas de su libertad.

Hoy lidera el programa “Mujeres rurales en acción”. Con la plata del premio, quiere equipar un taller textil para poder capacitar a más mujeres rurales y ayudarlas a independizarse económicamente. ¿Cuánto ganó Miriam en el programa televisivo? 180 mil pesos.

Miriam es la mamá de Matías, un joven que en octubre de 2012 sufrió un siniestro vial y que, luego de casi una semana de agonizar, falleció.

Con su marido Adrián Mazzega, aun golpeados y doloridos por el fallecimiento de Matías, sin dudarlo decidieron autorizar la donación de los órganos.

“Mi hijo -contó la mujer a Del Moro- tenía 18 años y desgraciadamente no pudo recuperarse. Luego de 12 horas de conocerse que tenía muerte cerebral, nos preguntaron si queríamos ser donantes. Les dijimos inmediatamente que sí, porque en alguna oportunidad con Matías se habló del tema… Y recordábamos que él había dicho que, si algún día le pasaba algo, él quería ser donante… Y en el momento en el que nos entregan sus restos, nos dijeron que su corazón ya latía en Buenos Aires (NdeR: el trasplante se hizo en el Hospital Garrahan). Fue impactante”, dijo.

Hubo seis personas trasplantadas. Uno de ellos fue Alexis, un pibe de Santa Rosa que en ese entonces tenía 13 años y que había sufrido un paro cardíaco. Estaba al borde de la muerte y recibió el corazón del hijo de Miriam.

Internado en Buenos Aires, estuvo primero en el listado del Incucai. Sus padres, Javier Palacios y Natalia Mazzei, nunca bajaron los brazos. Finalmente llegó el corazón.

Nunca le dijeron a Miriam y Adrián, por protocolo del Incucai, la identidad de los receptores de los órganos. Tampoco a los Palacios les informaron la identidad del donante.

Sin embargo, Javier comenzó a buscar a los familiares de Matías. “Solo sabía que el donante era de Mendoza…. Entonces empecé a buscar en los diarios, y en los avisos fúnebres de esa época”, contó hace un tiempo a Diario Textual. Finalmente lo halló.

Esta es una historia que los emociona y los estremece, aún después de casi siete años. Hoy ambas familias están más unidas que nunca. El nene más chico de los Palacios se llama Ulises Matías, en homenaje al joven fallecido. Sus padrinos son Miriam y Adrián.

«Yo quiero demostrar que la muerte de nuestro hijo no fue en vano, que en el momento más doloroso de nuestras vidas pudimos decir sí a la donación de órganos», contó Miriam. «Sé que mi hijo vive en seis personas. Y estoy convencida de que es él, Matías, el que me impulsa y ayuda para poder, hoy, hablar de este tema, ya sin llorar. El dolor jamás pasará, pero se aprende a llevar», contó. «Yo, con Matías, volví a sentir los latidos del corazón de mi nene. Sé que no es mi hijo, pero yo siento los latidos que sentía cuando me hicieron la primera ecografía».

Alexis también fue entrevistado. “Es mi segunda mamá. Siempre digo que se nos agrandó la familia. La amo”, dijo. “Contamos nuestra historia porque hay muchas personas que están esperando órganos”.

El joven agregó, además, que la sanción de la Ley Justina –impulsada por el senador nacional pampeano Juan Carlos Marino- está ayudando a miles de personas.

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