La batalla por el liderazgo del PSOE comienza muy abierta

La carrera por el liderazgo del Partido Socialista comenzó este jueves con una demostración de fuerza de los aspirantes y augura una reñida pelea en las primarias del 21 de mayo.

La carrera por el liderazgo del Partido Socialista (PSOE) español comenzó este jueves con una demostración de fuerza de los principales aspirantes que augura una reñida pelea de cara a las primarias del 21 de mayo: la presidenta andaluza, Susana Díaz, presentó cerca de 6.000 avales más que el último líder, Pedro Sánchez.

El golpe de efecto que se esperaba que diera Díaz en la presentación de avales no ocurrió, ya que su equipo aportó 63.500 firmas de militantes que apoyan su candidatura, frente a los 57.369 del ex líder socialista, según datos aportados por los entornos de ambos dirigentes que serán ratificados por la actual dirección.

El tercer precandidato, el ex jefe del gobierno regional vasco Patxi Lopez, quedó muy por debajo, con 12.000 avales, aunque su equipo había dejado claro que no entraría en una disputa por los avales.

El plazo venció este jueves al mediodía, y eran necesarias 9.368 firmas, el 5% de un censo formado por 187.949 afiliados, para ser candidato oficial.

El elevado número de avales es inédito, lo que demuestra que la militancia socialista está ya movilizada para las primarias.

Tras la guerra fratricida que culminó con la forzada dimisión de Sánchez de octubre pasado y allanó el camino a la reelección del conservador Mariano Rajoy, Díaz -la candidata del «aparato»-,quería dejar claro de entrada que era la única con posibilidades de liderar a un PSOE unido.

Sin embargo, la recolección de firmas entre los militantes puso de manifiesto que el centenario partido socialista sigue dividido.

Los colaboradores de la dirigente sureña pretendían superar las más de 40.000 firmas que en 2014 consiguió el madrileño Sánchez, primero en ser elegido en unas primarias, y lo hicieron con creces.

Incluso superaron los 62.477 votos que obtuvo el ex secretario general en la votación. A pesar de ello, la sorpresa la dio éste último, quien cuenta con mucho menos apoyo orgánico.