Horror en Buenos Aires: escapó de un manoseo, buscó refugio en el subte y la pasó peor

Harta, una mujer de 26 años grabó a uno de sus agresores y publicó las imágenes junto con el relato de la que fuera la peor noche de su vida

Débora Garay, una estudiante de medicina de 26 años, relató una serie de eventos desagradables que le ocurrieron en pocas horas, y que son mucho más comunes de lo que parecen. La joven salió de la casa de una amiga en Barrio Norte, Buenos Aires, y se dirigió a la parada de colectivos, en el camino la detuvo un hombre que, luego de descender de una moto comenzó a manosearla.

«Pensé que me iba a robar», pero el hombre se limitó a arrinconarla contra la pared y manosearla durante algunos segundos. «Fue horrible, me tocó y se fue. Comencé a llorar, tenía mucha impotencia. Me quedé parada en la esquina sin saber qué hacer», agregó la joven.

Después de la agresión, decidió contarle todo lo sucedido a su hermana por WhatsApp, con quien vive -Débora se mudó hace seis años con su hermana menor y el próximo año la tercera de las Garay irá a vivir con ellas-. » En ese momento pensé en ellas, en que podría ocurrirles lo mismo que a mí. Quería esconderme en cualquier lugar, tenía mucho miedo de que volviese a aparecer», confesó.

 La chica pensó que en el subte no habría nadie y que podría reponerse en el túnel desierto, pero lejos de encontrar paz, volvió a enfrentarse con una situación angustiante. En el andén de enfrente del que ella estaba, había un hombre que no paraba de mirarla y que decidió masturbarse enfrente de ella durante 5 minutos.

«Al tipo no le importó nada. Le quité la mirada porque estaba muy angustiada, solo miraba las vías, esperando que llegara el subte. También tenía un poco de miedo por si, en una de esas, el hombre de la moto volvía a aparecer. Cuando regresé la mirada lo vi con su pene fuera del pantalón, mirándome fijo a los ojos. No lo podía creer», sostuvo la joven, de acuerdo con el mismo diario.

La chica decidió filmarlo, pero eso no lo detuvo, por el contrario pareció que «le gustaba, porque se tocaba más». «En un momento se paró, se fue contra la pared y volvió a hacerlo. Mientras, sonreía», agregó.

Horas después, subió la filmación a su perfil de Facebook y se encontró con muchas respuestas de mujeres a las que les había pasado lo mismo.

«Me contactó una chica que se llama Milagros para decirme que este tipo la siguió y ella pudo entrar a la casa. Me pidió las fotos e hizo la denuncia en la Fiscalía n° 11. Mañana voy yo a realizarla también», finalizó.