“Acá entrás cortando clavos y te vas cortando clavos”, asegura Angel Omar Leppez, uno de los trabajadores del municipio que cumple tareas en el edificio del viejo Molino Werner. El empleado se comunicó ayer con este diario para denunciar el peligro de derrumbe del tanque elevado que el municipio quiere derrumbar aunque aún no logra el acuerdo por parte de la Comisión de Patrimonio Histórico de la provincia.
“El viernes estaba acá en el sector que tenemos nosotros y escuché un ruido. Salí rápido para ver si había alguien en el lugar porque es lo primero que uno piensa, que se cayó alguien. Pero cuando vine para el sector del tanque me di cuenta lo que había ocurrido, saltó el revoque de esta parte”, dijo señalando una de las paredes de la base de la estructura.
“Acá vino la gente de Patrimonio y dicen que esto no se va a caer, pero yo estoy todos los días acá y la verdad que acá trabajás con miedo. Cuando paso por acá, trato de pasar lejos, porque quizá sea cierto que no se va a caer ahora, pero está muy deteriorado. Los hierros están corroídos, ellos dicen que no, pero mirá cómo están”, volvió a señalar.
Crujidos.
Un equipo de este diario fue invitado por el encargado a ver la base del tanque y otros sectores que, según Leppez, están a punto de derrumbarse por la falta de mantenimiento. El trabajador insistió en que durante las guardias rotativas que realizan, los distintos empleados coinciden en que la estructura del tanque cruje.
“No es la oscilación, como dicen, esto cruje porque está trabajando. Yo trabajé en la construcción y algo entiendo. Mi temor es que se caiga y cause algún problema porque por más que están los carteles que advierten que no se puede ingresar, hay gente que ingresa y pasa caminando por acá”, afirmó.
Demolición.
En diciembre pasado el municipio pidió formalmente que se tire abajo la torre, una decisión que está avalada por dos informes técnicos que indican que la estructura está a punto de caer en dirección noreste.
Tras las copiosas lluvias de fines de marzo y comienzos de abril, el secretario de Gobierno de la ciudad, Román Molín, insistió que el peligro que significaba mantener esa estructura en pie. “El tanque del Molino Werner está en peligro de caerse producto de las lluvias. En sus bases hay una cisterna llena de agua y ello deteriora las columnas que lo sostienen”, afirmó Molín el 29 de abril a este diario.
El pedido del municipio fue realizado a la Comisión de Patrimonio Histórico de la Provincia de La Pampa, cuyos dictámenes son vinculantes para la Secretaría de Cultura provincial, la autoridad de aplicación en materia de patrimonio histórico. El edificio forma parte de ese patrimonio y, por ese motivo, ni el municipio, ni la Caja Previsional Profesional, propietaria del predio, pueden tomar una decisión inconsulta, pues estarían violando la Ley Provincial 2083, de Conservación del Patrimonio Cultural pampeano.
Calles.
La municipalidad se metió de lleno en el tema a partir del expediente iniciado en 2014 para atender un pedido de la Caja Previsional Profesional, dueña del predio, para que se abrieran dos calles, permitiendo la circulación vehicular por la calle Centeno, uniendo el centro con el barrio El Molino y la calle Alsina con la misma zona.
Tras el pedido de demolición, la Comisión le respondió al municipio que acordaba con la medida pero dispuso que no se utilizaran explosivos, sino medios mecánicos. En ese sentido, pidió un informe al municipio en el que debía detallarse cómo se realizaría la demolición. Ese informe fue elevado por la comuna pero hasta ahora no fue respondido. “Está todo parado”, aseguró ayer Molín ante la consulta de este diario.
“En equilibrio precario”
El ingeniero Maximiliano Giovanini, es el autor de uno de los informes en los que se apoya el municipio local para reclamar el permiso de demolición. El profesional aseguró que la estructura del tanque elevado tiene “un importante daño en el hormigón de cerramiento, con fuerte deterioro de las armaduras de refuerzo, las cuales se encuentran inutilizadas para su recuperación”. Además, hizo notar que existía un “avance importante en la corrosión de las armaduras de la estructura primaria del tanque y un deterioro por carbonatación de la estructura granular del concreto de refuerzo”.
El ingeniero concluyó con una sugerencia: “Se recomienda que, sea cual fuere la decisión al respecto (demoler y/o recuperar), la misma sea analizada con la mayor celeridad posible, ya que la estructura actualmente se encuentra en equilibrio precario, contando con una fuerte tendencia a derrumbarse en dirección Noreste, lo cual destruiría gran parte del edifico del Molino”.
Palomas en el edificio
La presencia cotidiana de una gran cantidad de aves sobre las instalaciones del edificio del ex Molino Werner también contribuye al deterioro permanente de sus estructuras. Las palomas generan gran daño y por eso en todo el mundo se trata de evitar su masiva presencia. En algunos lugares hay hasta un metro de guano acumulado en el piso.
FUENTE : LA ARENA