Con apoyo de un sector del PJ y fuerzas provinciales, el oficialismo de Cambiemos logró esta madrugada darle sanción al Presupuesto 2019, que contempla un fuerte recorte del 30 por ciento en obras públicas y un ajuste severo de las cuentas públicas con el objetivo de alcanzar el déficit primario cero, exigencia del FMI para asistir a la Argentina en la crisis de financiamiento.
La votación se efectuó minutos después de las tres y media de la madrugada y finalizó con 45 votos afirmativos, 24 negativos y una abstención.
La sesión maratónica empezó a las dos y media de la tarde, con Cambiemos contando un piso de votos “seguros” para sancionar la ley que necesita como señal al Fondo, a los mercados y a los poderosos líderes del G20 que confluirán a fin de mes en Buenos Aires. Con el texto no había sorpresas posibles: era el mismo que tuvo media sanción en Diputados en la madrugada del 25 de octubre y para cuya aprobación el Gobierno hizo numerosas concesiones -sin resignar la meta de déficit cero-. Pese a la virtual fractura en el peronismo, la bancada que conduce Miguel Pichetto, dividida, aportaba votos clave para la sanción. En las últimas horas la Casa Rosada negoció reclamos de gobernadores opositores por fuera del Presupuesto para garantizarse apoyos extra, como el de los dos senadores por Tierra del Fuego (ver página 5).
Aunque el Congreso volvió a estar vallado en un fuerte operativo de seguridad, la protesta en la calle de sectores kirchneristas, sindicales y de la izquierda contra el Presupuesto de ajuste fue mucho más acotada que la jornada de la aprobación en Diputados. En el recinto, el macrista Esteban Bullrich, presidente de la Comisión de Presupuesto, fue el encargado de abrir el fuego en defensa de la propuesta del Gobierno: “Ocho de cada diez gobernadores acompañan este proceso, este histórico esfuerzo de reducir el déficit fiscal a 0% es sólo un primer paso en el camino correcto», sostuvo Bullrich, y afirmó que la inflación está vinculada a “un pasado al que los argentinos no quieren volver”.
Con Cristina Kirchner sentada a su lado, el jefe del bloque del FpV-PJ, Marcelo Fuentes, ratificó el rechazo de los suyos y sentenció que “el gobierno de Cambiemos sólo ofrece a los argentinos más ajuste, precarización, endeudamiento y recesión”.
A su turno, el formoseño José Mayans, cabeza visible de la rebelión contra Pichetto en la bancada del PJ, advirtió de la convalidación en el Presupuesto de un endeudamiento de 400 mil millones de dólares y cuestionó que “el plan económico del Gobierno fracasó, y el Presidente dice que acá no pasó nada y está listo para un nuevo mandato”.
© clarin.com Debate del Presupuesto 2019 en el Senado de la Nación. /Fernando Orden/Clarín/
Hubo un afán sobre todo de los senadores que votaban negativamente, por sentar su posición, por eso hubo unos 40 oradores anotados –además de los cierres de los jefes de bloque- y la sesión pese al resultado final cantado, se extendió tantas horas. Entre una mayoría de duras expresiones críticas, Cambiemos dosificó sus intervenciones para no estirar más las cosas. La radical tucumana Silvia Elías de Pérez fue una de las que defendió: “Este es un Presupuesto de consenso como nunca en la historia, con más de 50 modificaciones en la Cámara de Diputados”.
Junto con el Presupuesto, se votaron sus leyes “complementarias”: la adenda al Pacto Fiscal firmado por 19 gobernadores (que permite que las provincias mantengan impuestos para compensarse por los recortes que sufrirán); y la suspensión al ajuste por inflación en los balances de las empresas, para que el Fisco no deba resignar $100 mil millones. Los cambios a Bienes Personales, con la modificación de dejar fuera del alcance a la casa habitación hasta un valor de $18 millones; y la media sanción a una corrección al Presupuesto –proyecto finalmente unificado entre los del radical Ángel Rozas y el peronista Omar Perotti- para que mutuales y cooperativas tributen 3% en lugar de 6% en el impuesto especial al patrimonio. Este último, y Bienes Personales serán tratados y convertidos en ley el próximo miércoles 21 en Diputados.
El Presupuesto contempla una inflación anual del 23%, una caída de la economía del 0,5% y un dólar a poco más de $40 promedio, para 2019. Pese a los fuertes recortes el Gobierno destacó que destina 77% de los recursos a servicios sociales, pero los críticos advierten que si en la cuenta entran los pagos de servicios de deuda, presupuestados en $750 mil millones, ese gasto social se reduce sensiblemente. Según se hagan las cuentas, entre 18 y 30 pesos de cada 100 que se gastan, van a parar al pago de deuda pública.
