«El arte de la felicidad»: cómo es esta milenaria técnica japonesa

El Jin Shin Jyutsu es un método tradicional para trabajar las emociones y pensamientos a través de los dedos. De qué se trata

El arte japonés llamado Jin Shin Jyutsu o «el arte de la felicidad» o como dicen otras traducciones «el arte del Creador a través de la persona compasiva», se trata de un conjunto de técnicas de respiración con toques y presiones que permiten despertar el poder y las cualidades curativas naturales que todos tenemos latentes y, al controlar la tensión emocional, lograr direccionar las propias energías vitales restableciendo la salud y el bienestar general.

«Esta técnica trata sobre trabajar las emociones y pensamientos guardados en los dedos. Las manos son la extremidad más fácil de masajear y la técnica es muy simple y a la vez una herramienta poderosa.
Sabiendo un par de tips podemos utilizarla para mejorar nuestro estado emocional en cualquier momento y alcanzar sus beneficios», explicó a Infobae Monika Correia Nobre, instructora de meditación y astróloga.

La técnica del «Arte de la Felicidad» se basa en masajes o toques ya que cada dedo es un canal energético que conecta con una emoción en particular y con sus órganos asociados: «El concepto clave detrás de esta técnica es que existe una energía vital universal que circula por todos los organismos vivientes. Siendo la respiración la manifestación más evidente de esa energía vital».

«En esta filosofía todo está vivo, todo está en movimiento y todo está relacionado. Nuestra salud y armonía se vincula con la distribución de esa energía vital en movimiento constante entre nosotros y todo lo que nos rodea. Y también entre las distintas partes que nos componen: cuerpo, mente y espíritu», dijo la especialista.

Además explicó que cuando esta energía se desplaza correctamente las personas están más saludables, pero que cuando se producen obstrucciones se enferman con mayor facilidad. «Estas obstrucciones son producto de actitudes o situaciones propias del día a día en las que sentimos algunas de estas emociones: preocupación, miedo, ira, tristeza o esfuerzo. Como resultado se altera el flujo de la circulación de la energía vital».

Para volver a hacer circular energía por ese canal hay que dar pequeños toques en el dedo correcto. Pueden ser realizados con el índice y el pulgar de la otra mano o con todos los dedos, como abrazando al dedo a tratar, cerrando el puño a su alrededor.

La duración debería ser de unos tres minutos o bien de 36 respiraciones, todas acompañadas de una observación profunda de la propia respiración, en un estado mental relajado y abierto a la experiencia. La respiración es la forma más sencilla de facilitar el movimiento de la energía.

Cada dedo tiene una función

Cada dedo tiene una función

Cada dedo maneja una energía en particular y las siguientes dolencias asociadas:

Pulgar: Preocupación
Dolor de cabeza, estómago, bazo. Problemas en la piel. Mejora los pensamientos. Nutrición.
Índice: Miedo
Oído, riñón y vejiga. Dolores musculares. Problemas digestivos. Fluidez del movimiento. Superar el estancamiento.
Mayor: Ira
Problemas visuales. Circulación sanguínea. Fatiga. Vesícula e hígado. Dolor menstrual o de cabeza asociado al ciclo. Ver la vida con mirada compasiva. Armonía con el Universo.
Anular: Tristeza
Colon, indigestión. Pulmones, problemas respiratorios, asma. Aporta vitalidad al cuerpo. Armoniza los ritmos vitales.
Meñique: Esfuerzo o pretensión
Problemas óseos. Corazón y presión arterial. Intestino. Conocimiento intuitivo. Inspiración. No comparar ni juzgar.
El centro de la palma: Desaliento
Armonizador total. Vitalidad. Armoniza cuerpo, mente, espíritu.

«Esta técnica es muy sencilla, discreta y se puede realizar en cualquier lugar, con solo recordar el significado de cada dedo. Utilizando estas herramientas podemos despertar la armonía y así ordenando el fluir de la energía, aliviamos el propio dolor físico o emocional y comenzamos a equilibrar por nosotros mismos y a conciencia nuestra energía vital», finalizó la especialista.