El agua bajó 17 centímetros pero las consecuencias siguen

El trasvase logró que algunos tramos de la calle Raúl Alfonsín quedaran al descubierto. La situación en el barrio El Faro aún es complicada. Una multitud se acercó al paseo recreativo para aprovechar el día de sol a pesar del triste paisaje de la inundación.
En el feriado por el 1ro. de Mayo, una importante cantidad de santarroseños, lejos de llegarse hasta el centro de la ciudad, siguió eligiendo el predio del Parque Don Tomás, para realizar actividades como la pesca, pasear o simplemente, dar una vuelta en bici, aunque aún haya agua que sortear sobre la cinta asfáltica.
Desde temprano por la mañana de este lunes, una importante cantidad de gente se acercó hasta el predio que aún bombea agua desde dos de sus laterales, y ya sea en vehículos, bicicleta o a pie, se llegó hasta los desbordados límites de la laguna para aprovechar el buen clima. Los pescadores tuvieron suerte y pudieron irse a casa con una importante cantidad de ejemplares.


Niveles.
Por otro lado, es notorio el descenso del agua en el espejo central. La importante bomba extractora colocada en uno de sus laterales, continúa sin respiro, el retiro de agua hacia el Bajo Giuliani. Solo esa maquinaria logró bajar 15 centímetros el cuenco principal desde que fue instalada. Las otras dos, pertenecientes al sistema inaugurado durante la intendencia de Félix Molteni, en los ochenta, aportaron otros ocho centímetros de descenso. A esos 23 centímetros, hay que descontarles los seis que ingresaron con la lluvia de la semana pasada, por eso el total de la baja -hasta el domingo- fue de 17 centímetros.
Mientras tanto, cerca de la cruz, permanecen dos bombas arroceras que extraen el líquido elemento desde el mismo cuenco y lo deposita en el cuenco norte. Este sí registra un importante nivel, superior al central, pero no tiene descanso.
El camino asfáltico que recorre el predio permanece por tramos, sumido aún bajo el agua, como las calles aledañas que aún resultan intransitables. El Club Náutico registra un importante nivel en altura del agua, que hace imposible su acceso siquiera.

Cuencos.
Por otro lado, los dos cuencos del norte de la ciudad registran agua en su interior. Ninguno de los dos tiene bombas en funcionamiento y es fácilmente apreciable la necesidad de limpieza que ambos registran; el alto crecimiento de yuyos y maleza que no permiten aprovechar al máximo su caudal receptor.
El cuenco ubicado en Villa Germinal registra la falta de una tapa, que se convierte en un enorme problema para sus vecinos, ya que ninguna señalización advierte el pozo debajo del mismo.
En el barrio Escondido, el cuenco aliviador estuvo recibiendo agua este fin de semana, pero no de la lluvia, sino de una pérdida del sistema de cloacas que provocó que la calle Luther King se convirtiera en un verdadero arroyo, llevando agua desde el barrio Los Fresnos hasta el cuenco ubicado en Gandhi y Virgen de Fátima.

FUENTE : DIARIO LA ARENA