Dos británicos sentenciados a muerte

Un tribunal de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), reconocida por Rusia, pero no por Ucrania ni por la comunidad internacional, sentenció el jueves a la pena de muerte a los británicos Aiden Aslin y Pinner.

El primer ministro británico, Boris Johnson, está «consternado» por la condena a muerte de dos británicos por parte de los separatistas prorrusos en Ucrania que los acusaron de «mercenarios», afirmó hoy el Gobierno británico, que aseguró estar trabajando con Kiev para conseguir su liberación.

Un tribunal de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), reconocida por Rusia, pero no por Ucrania ni por la comunidad internacional, sentenció el jueves a la pena de muerte a los británicos Aiden Aslin y Pinner, como así también al marroquí Brahim Saadoun, por haber combatido del lado de Kiev en condición de «mercenarios».

Johnson «está consternado por la condena de estos hombres», afirmó su portavoz, insistiendo en que Londres «apoya a Ucrania en sus esfuerzos por liberarlos».

«Está claro que servían en las fuerzas armadas ucranianas y son prisioneros de guerra», añadió en declaraciones citadas por la agencia de noticias AFP.

La ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, que ayer calificó el veredicto de «simulacro de juicio sin legitimidad», hoy habló con su homólogo ucraniano, Dmytro Kuleba.

Los dos ministros discutieron «los esfuerzos para asegurar la liberación de los prisioneros de guerra retenidos por los prorrusos», indicó Truss a través de la red social Twitter, en un mensaje en el que indicó también que ese proceso constituye «una violación flagrante de la Convención de Ginebra».

El fallo fue repudiado también este viernes por la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Acnudh), que manifestó su preocupación al respecto.

«La Acnudh está preocupada por el hecho de que el llamado Tribunal Supremo de la autoproclamada RPD haya condenado a muerte a tres militares», dijo su vocera, Ravina Shamdasani, en una rueda de prensa en Ginebra.

La portavoz destacó que, según los militares ucranianos, los tres condenados integraban las Fuerzas Armadas del país, por lo que no deberían considerarse como mercenarios.

«Desde 2015, hemos observado que el llamado poder judicial en las autoproclamadas repúblicas (de Donetsk y Lugansk) no respeta garantías básicas de un juicio justo como las audiencias públicas, la independencia, la imparcialidad de los tribunales y el derecho a no ser obligado a testificar. Estos juicios de prisioneros de guerra equivalen a un crimen militar», afirmó.

En tanto, uno de los británicos acusados, Shaun Pinner, llamó a los mercenarios a no llegar a Ucrania.

«Si no tiene experiencia militar, probablemente no valga la pena llegar aquí para obtenerla. Si no ha tenido ninguna experiencia de combate, no venga. Aquí simplemente serás aplastado y regresarás más rápido de lo que llegaste», dijo en una entrevista con la cadena ruso RT.

Agregó que el trabajo en Ucrania es completamente diferente de lo que tenía en «Bosnia, como miembro de las fuerzas de la ONU» o «en Irlanda», recogió la agencia Sputnik.

Los convictos tienen un mes de plazo para impugnar el veredicto. El miércoles último los tres se declararon culpables de acciones dirigidas a la toma violenta del poder.

Aslin también se declaró culpable del delito de «adiestramiento para actividades terroristas». Según el Código Penal de la autoproclamada república de Donetsk, estas acciones se castigan con penas de 12 a 20 años de prisión o, en presencia de circunstancias agravantes o en tiempo de guerra, con la pena de muerte con confiscación de bienes.

Para el vocero del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, los tres acusados no son combatientes según el derecho internacional humanitario, y «lo mejor que les espera es una larga condena en prisión».

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