Cristian Ferreira, el juvenil que se vistió de héroe y salvó a River

Al cuarto de hora del segundo tiempo, desde su palco en las alturas del estadio, Marcelo Gallardo envió la orden a su ayudante de campo Matías Biscay, ese socio que tantas veces quedó en primer plano en grandes gestas millonarias.

La decisión llegó vía handy: Cristian Ferreira por Lucas Pratto. Extenuado, el Oso había dejado todo y el gol se negaba. Faltaba algo de juego y el técnico apostó por el pibe de 18 años, que ya había mostrado pinceladas de su calidad el último sábado frente a Newell’s, en el que fue figura: hizo un gol, dio una asistencia y le hicieron un penal.

El repertorio completo le sirvió para ganarse media hora en Lima para intentar revertir una noche que pintaba adversa para River en el debut copero, en su estreno de la corona de campeón.

Y el juvenil la aprovechó al máximo. En tiempo de descuento, ya cuando el empate parecía una utopía, más aún luego del penal que Gallese le atajó a Santos Borré, llegó el desahogo en esa infracción a Suárez de la que se hizo cargo Ferreira

Golazo. Derechazo perfecto al ángulo superior izquierdo del arquero peruano que sirvió para rescatar el empate en el estreno y mantener el invicto de Biscay en el banco. “Me tenía fe y le pegué”, dijo el chico sobre su gol.

Fue un tiro libre exquisito desde el vértice derecho del área ante una barrera de cinco adversarios. Hizo una corta carrera de tres pasos y sacó el derechazo, alto, fuerte y preciso. Gallese la manoteó pero terminó anudado en la red, con la pelota dentro del arco. Otro golazo, como el que que le había hecho a Newell’s por la Superliga.

“Hicimos un mejor segundo tiempo, nos ordenamos y pudimos llegar varias veces. Por suerte salió ese tiro libre al final”, dijo el pibe. El héroe inesperado.