Coronavirus en Argentina: afinan un acuerdo en el Senado para poder sesionar en remoto ya esta semana

En medio de la cuarentena por coronavirus, durante el fin de semana siguieron las negociaciones subterráneas entre el oficialismo y la oposición para que ya este jueves el Senado pueda sesionar por primera vez de forma remota.

Juntos por el Cambio insistió hasta último momento con que en la sesión, además de Cristina Kirchner, también pudieran estar presentes los jefes de bloques, a lo sumo tres o cuatro senadores en el recinto.

Pero desde el Frente de Todos contestaron que no. Sí podrían aceptar otro reclamo del mayor bloque opositor, que el día de la sesión estén en sus despachos del Senado las otras autoridades de la Cámara, para el caso de que Cristina Kirchner, presidenta del Senado, deba ausentarse, aunque sea un instante para, por ejemplo, ir al baño.

En el organigrama, siguen a Cristina como autoridades la presidenta provisional, Claudia Ledesma, el vicepresidente Martín Lousteau, el vice primero Maurice Closs y la vice segunda Laura Rodríguez Machado.null

La propuesta original de Cristina Kirchner a la oposición fue una sesión de cuatro horas máximo, con pocos oradores y completamente virtual.

La cuestión de la duración al parecer obedece a que los expertos en seguridad informática del Senado dicen que a medida que se extienda la sesión crecen los riesgos de ataques informáticos.

El oficialismo ahora acepta extenderlas a cinco horas y ampliar la lista de oradores. Eso sí: el plan es que los que tomen la palabra sea solo para referirse a las iniciativas en tratamiento (hay acuerdo en no permitir tratar las cuestiones de privilegio durante la emergencia).

A pedido de Juntos por el Cambio, el bloque del Frente de Todos, que conduce el formoseño José Mayans, se compromete a que las sesiones remotas sean exclusivas para funcionar durante la pandemia.

También se habilitaría que cada senador pueda participar desde donde mejor le parezca (la propuesta de Cristina Kirchner era que estuvieran en algún organismo oficial de sus provincias).

En la hoja de ruta del oficialismo aparece que este lunes intentarían hacer un simulacro de sesión remota y que el miércoles -también de forma virtual- los jefes de bloque y Cristina Kirchner concreten una reunión de Labor Parlamentaria.

El paso siguiente sería este jueves, cuando el oficialismo pretende sesionar y aprobar los 20 DNU de Alberto Fernández ​que ya tienen dictamen de comisión.

En la bancada de Juntos por el Cambio, que lidera Luis Naidenoff, ponen reparos. Dicen que lo ideal sería esta semana probar cómo funciona todo y recién sesionar la semana que viene.

Argumentan que la semana pasada, por ejemplo, la radical jujeña Silvia Giacoppo se quedó sin conexión de Internet y no consiguió participar de toda la reunión de la bicameral de Trámite Legislativo. «La conectividad no es similar en todo el país», plantean en la principal fuerza opositora.

En Juntos por el Cambio califican de «macana política» que Diputados pueda sesionar de forma «mixta» -habrá legisladores en el recinto y el resto de manera remota- y que el Senado, no.

Pero fuentes del interbloque opositor no cargan las tintas sobre la presidenta del Senado.

«Ella no parecía tener problema en que algunos estuviéramos en el recinto, el problema es que hay muchos senadores que no pueden viajar a Buenos Aires y consideran que sería una desigualdad que algunos sí estén presentes», dijeron.

Hay senadores de edad avanzada y con problemas de salud. Un histórico senador ya no consigue desplazarse por si solo, apuntaron las fuentes consultadas.  

En futuro, algunos observan, se terminará imponiendo algo menos rígido, quizá con un sistema rotativo de presencia de algunos representantes por bloque.

En los últimos días en el ala más dura de Juntos por el Cambio algunos esbozaron la amenaza de no sumarse a la sesión en caso de que el oficialismo no permitiese la presencia de los jefes de bloques en el recinto. El plan iba atado a la posibilidad de presentarse ante la Justicia para impugnar la sesión

Pero esa amenaza parece haberse diluido. «No tenemos margen para no participar de una sesión», dijeron en la oposición. 

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