Cómo reaccionó el peronismo a los anuncios oficiales

Las reacciones del peronismo son tres, como al menos son tres los sectores de origen en el justicialismo: los K, los opositores no K y los dialoguistas. Entre los primeros podría mostrarse el tuit de esta mañana del diputado provincial Marcos Di Palma que compartió una foto donde se ve un auto de carreras sobrevolado por un helicóptero. «Qué recuerdo. Espero que hoy no lo vea mi amigo @mauriciomacri», escribió mientras Cristina Kirchner entraba a Comodoro Py a declarar y en Moreno docentes y peronistas lideraban una marcha para reclamar por las escuelas cerradas por la falta de controles del suministro de gas y por justicia para Rubén y Sandra, el auxiliar y la vicedirectora que murieron en una explosión hace exactamente un mes.

En el otro extremo del PJ, Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta, dijo: «Hay que salir de la crisis por el bien de los argentinos. Tengo importantes diferencias con los anuncios, pero todos debemos ayudar, porque si al Gobierno le va mal, a la gente le va peor«.

En la avenida del medio los peronistas no K, que decidieron ser más exigentes, tomar distancia y pedir ser escuchados, tienen prevista para este martes una reunión en el Consejo Federal de Inversiones. Algunos ya están en Buenos Aires, otros viajan mañana temprano, pero hay quien propone pasarla para el viernes o limitarla a ministros de Economía provinciales para evitar que se tilde al peronismo de golpista en el mismo día en que el ministro Nicolás Dujovne vuelve a Washington para conversar con el FMI.

Urtubey ni siquiera había sido llamado para el cónclave y él mismo se encargó de avisar públicamente que no iría, mientras trabajaban para el encuentro el senador Miguel Ángel Pichetto; Sergio Massa con la jefa del bloque del Frente Renovador, Graciela Camaño; Carlos Verna (La Pampa); Gildo Insfrán (Formosa); el tucumano Juan Manzur (Tucumán) y  en esta oportunidad Rosana Bertone, de Tierra del Fuego, que la semana pasada estuvo representada por su vice. Son los gobernadores cuyos diputados no se sentaron aún en la mesa de diálogo del Gobierno para la aprobación del Presupuesto 2019 que reflejará el ajuste anunciado hoy.

Cuando en su discurso Macri habló de la ley de leyes y de la posibilidad de consenso se refería a los otros gobernadores como Urtubey; el cordobés Juan Schiaretti; el sanjuanino Sergio Uñac; el entrerriano Gustavo Bordet; el misionero Mario Passalacqua; el rionegrino Alberto Weretilneck y Omar Gutiérrez (con quien estuvo la semana pasada en Vaca Muerta, provincia de Neuquén). Ellos podrían darle los votos para que los números cierren. De todos modos, hasta ahora apenas hubo una cena de camaradería e intercambio de llamados y mensajes entre una docena de diputados de esas provincias y el ministro del Interior Rogelio Frigerio; el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó y el jefe del bloque del PRO, Nicolás Massot.

Felipe Solá© Proporcionado por THX Medios S.A. Felipe Solá

Con la reunión convocada para mañana a las 11 por el peronismo opositor no K, Massa reunió a su equipo en sus oficinas de la Avenida del Libertador. Solía empardarle a Cristina Kirchner las fotos que ella hacía, como si él fuera un presidente paralelo. Hoy lo hizo de nuevo. Volvió a la escena luego de un tiempo de ostracismo y en la cabecera de la mesa (imagen similar a la difundida por Macri y su gabinete en versión reducida) pidió «ponerle rumbo con propuestas a tanta incertidumbre». Se mostró más prudente después de que Macri hablara de «emergencia», pero no se privó de sentarse junto a sus economistas de consulta permanente como son Marco Lavagna, Aldo Pignanelli, José Ignacio de Mendiguren, Matías Tombolini y Daniel Arroyo.

¿Qué vio Massa con su equipo? Dicen que «cero autocrítica» y que el ministro Nicolás Dujovne no tiene plan sino «el programa del FMI». «El Gobierno sigue castigando al que trabaja y produce, ¿por qué no les cobran bienes personales a quienes tienen bienes en el exterior?», se les oyó decir, y puertas adentro señalaron también que ya no hay confianza y que «hay que cambiar el rumbo económico».

De las propuestas en las que insistirá el massismo, una es suspender embargos a las pymes y otra que tributen los que tienen bienes de lujo en el exterior.

Felipe Solá, que ya se lanzó como presidenciable, coincidió con Massa y su equipo. No vio autocrítica y no le creyó al Presidente. Asegura que es un discurso que es más marketing que cambio de políticas. De «autoayuda» lo calificó el dirigente que es hombre de campo y que el último día de julio fue a la Casa Rosada a dejar una propuesta de programa económico que difiere, en mucho, de los anuncios del Presidente.