Sofía tiene seis años y Síndrome de Down. Es feliz. En sus manos sostiene una de las primeras muñecas que tiene rasgos iguales a los suyos. La acaricia y la besa. Le dice “te quiero” y la acurruca contra su pecho como si fuera su bebé. A su alrededor, fotógrafos, periodísticas, diputados y curiosos la miran, emocionados por la singular escena que ante ellos ocurre en el atiborrado salón Montevideo de la Legislatura Porteña (Buenos Aires).
Esta imagen emotiva no es para menos. Allí, anuncian el lanzamiento de Oli, el primer muñeco íntegramente desarrollado y producido en Argentina con rasgos de bebé con Síndrome de Down. Sale hoy a la venta con motivo del Dia Mundial de las personas con Síndrome de Down.
Un juguete para la inclusión social
El muñeco rompe con los estereotipos a los que los niños están acostumbrados. Introduce en el mercado una idea que se aleja de la imagen de lo que históricamente se consideró como “perfecto” o “hermoso”.
Oli es un bebé regordete igual que todos, que viene a poner el foco en la diversidad y la inclusión en una sociedad que aún está cerrada en este sentido. Así lo prueban el informe de la asociación Síndrome de Down de la República Argentina (Asdra), que revela que el 70% de las personas con esta condición que están en edad de trabajar no tienen empleo, y que ello se debe a la falta de información, capacitación y de apertura de las empresas.
© Proporcionado por La Vanguardia Ediciones, S.L. Oli, que tiene un modelo masculino y otro femenino, fue una idea materializada que comenzó con la historia de una niña que no quería jugar con los muñecos…Con el objetivo de romper con estas limitación, cámaras empresarias y asociaciones de padres con chicos con esta condición decidieron fabricar el muñeco. “La industria tiene que estar acompañando cada uno de los momentos de la vida de los niños y nunca puede faltar el juguete con el que quieren jugar y se sienten identificados. Cuando entran a una juguetería tiene que salir contentos porque tiene que encontrar el juguete que fueron a buscar”, dice a Clarín Matías Furió, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), quien estuvo presente en el anuncio e informó que el muñeco ya está a la venta.
En el mismo sentido opina el director de la firma Casita de Muñecas, Federico Galanterni, quien asegura que “el objetivo de esto es crear diversidad”. “Este muñeco viene a traer esto. Para nosotros es una manera de hacer algo para la sociedad, para que sean más justa y mejor”, agrega el empresario.
