Un convoy de la misión de la OTAN en Afganistán, que circulaba por una zona de alta seguridad de la capital Kabul, sufrió este miércoles un atentado suicida por el que murieron al menos ocho civiles y el atacante, en tanto otras 28 personas resultaron heridas, entre ellas tres soldados estadounidenses.
Amaq, la agencia que sirve de portavoz a Estado Islámico (EI), adjudicó el atentado a la organización yihadista al afirmar que un «mártir» hizo estallar un vehículo con explosivos contra las fuerzas estadounidenses, citando para dicha información a «una fuente de seguridad».
La misión internacional Resolute Support, en cambio, habla de una bomba escondida junto a la carretera, informó la agencia de noticias DPA.
Un portavoz de la misión de la OTAN en el país, William K. Salvin, confirmó a través de un breve comunicado que un convoy de la Alianza Atlántica fue atacado por un suicida cargado de explosivos y que en la acción resultaron heridos tres de sus miembros.
«Ninguno de ellos sufrió heridas que puedan suponer un riesgo para sus vidas, se encuentran en situación estable y están siendo tratados en instalaciones médicas de la coalición», detalló Salvin.
Por el atentado murieron ocho personas, incluidas mujeres y niños, y otras 25 resultaron heridas, precisó por su parte el vocero del Ministerio afgano de Interior, Najeeb Danish.
Esas víctimas, «todas civiles», fueron trasladas a un hospital, aclaró el portavoz del Ministerio afgano de Salud, Ismail Kawasi.
El jefe del Ejecutivo afgano, Abdullah Abdullah, condenó el ataque y se mostró «profundamente triste por el ataque terrorista que mató a civiles inocentes».