El valor de la palabra

Estamos viviendo una realidad que nos muestra que hoy vale todo y que el valor de la palabra no existe, que lo que dijiste ayer, hoy ya no cuenta y mañana será totalmente distinto a lo que querías significar en un principio, y lo peor, no nos importa!!!.

No nos importa tampoco que nuestros hijos crezcan en nuestras mentiras y sean participes directos de las consecuencias de nuestros actos. Lastimamos, herimos, ofendemos y luego nos escudamos en esa famosa grieta de la que tanto hablamos y que tan sutilmente y prolijamente creamos.

Tales de Mileto, este filósofo, matemático, legislador, etc. griego decía «Cuida tus palabras; que ellas no levanten jamás un muro entre ti y los que viven contigo», esto lo dijo hace muchísimo tiempo, pero hoy nosotros, en el siglo XXI, cambiamos muros por grietas, cuando en realidad, con nuestras palabras tendríamos que crear puentes, esos que unen, que nos acercan pero no, nos emperramos en separarnos.

Han sucedido cosas, y muy fuertes, muy importantes en nuestra sociedad que nos tendrían que haber hecho reaccionar, que nos tendrían que haber servido como ejemplo para darnos cuenta que no podemos seguir creando odios y resentimientos. Tenemos que empezar a darle valor a las cosas que decimos, tenemos que darnos cuenta de una vez por todas, que esa palabra que estas diciendo puede estar lastimando y mucho a una persona y que la cicatriz de esa herida a veces……a veces…..no cierra nunca.
Hoy decir un insulto, menospreciar con una palabra, ensuciar la honestidad de una persona no importa, nos sentimos con el derecho de decir lo que tengamos ganas, total somo libres de opinar y decir lo que queramos…pero somos conscientes del daño que podemos ocasionar?…Somos conscientes que podemos estar equivocándonos en eso que dijimos?….es tan dificil limpiar una mancha, en la honestidad, en el alma luego de haberla ensuciado….

Que lindo sería que empezáramos nuevamente a creer en el valor de la palabra. Que hiciéramos resurgir palabras que han caído en el olvido y que aún siguen conservando el poder que ellas tienen…Que el respeto, la honestidad, la solidaridad no figuren solamente en el Pequeño Larousse Ilustrado o cualquier otro diccionario de primaria, y por sobre todo, que nosotros, los hombres, podamos poner en práctica y sin temor a equivocarnos lo que Séneca dijo alguna vez….»Háblame para que yo te conozca»…y realmente podamos conocernos por el valor de nuestras palabras…..